¿Cuál era el propósito de los documentos históricos hallados estos días en la IGLESIA LUTERANA de ROMANG?: enviar un mensaje de fe y esperanza a los habitantes de Romang del año 2053.
Ese mensaje fue escrito por el pastor y fundador de la iglesia, EDUARDO HEIDEL, y estaba firmado por los miembros de la comisión directiva de la institución religiosa. Quizás ese pergamino haya sido el papel más vulnerable de todos los hallados por el albañil durante su trabajo, puesto que no figura en la breve lista de los objetos descubiertos.
En el acta fundacional dice que ese lugar, en el frente de la Iglesia, debía ser devuelto a la luz en 2053, y el mensaje de los antecesores difundido entre los habitantes de Romang de mediados del siglo XXI. Al parecer, ese mensaje no llegará a destino, salvo que algo se encuentre entre los despojos.
La iglesia y la casa que separa un pasillo fueron construidos en un tiempo relativamente breve, con fondos de la Iglesia Luterana del Sínodo Missouri, Estados Unidos, que entonces supervisaba las actividades en Argentina. Esa institución encomendó al señor Bernardo Glaser la construcción de ambas obras, así como todo lo relativo a la carpintería metálica, que fue traída en esa época desde Villa Ballester, en la provincia de Buenos Aires.
En el acto inaugural estuvieron presentes autoridades provinciales y numerosos vecinos de Romang, en particular los de origen suizo. En esa oportunidad fueron colocados la Biblia, el Himnario con la liturgia y los cantos, un diario con la noticia de la pronta inauguración y el mensaje a los fieles del futuro.
Diez años después, el 23 de agosto de 1963, se celebró una segunda inauguración: ya estaba colocada la costosa campana construida en San Carlos Centro, provincia de Santa Fe, por expertos suizos y fabricada para sonar en la tonalidad LA.