Identifican una región en el ADN del trigo que permite aumentar hasta un 5 % su rendimiento

Miércoles 30 de abril de 2025
Un equipo de investigación del INTA Pergamino logró identificar y validar una región específica del ADN del trigo que puede incrementar su rendimiento hasta en un 5 %, al mejorar la eficiencia reproductiva de la espiga. Este hallazgo, considerado de relevancia internacional, representa un avance clave en la búsqueda de una agricultura más productiva y sostenible.
El trigo (Triticum aestivum L.), uno de los cultivos más importantes a nivel mundial, es esencial para garantizar la seguridad alimentaria global. En ese contexto, los científicos del INTA enfocaron su estudio en dos regiones genómicas (QTL) asociadas con características complejas del cultivo. Una de ellas, denominada QFFE.perg-5A, demostró mejorar de forma consistente la cantidad de granos por espiga en un 7 %, lo que se traduce en un aumento del rendimiento total del cultivo del orden del 5 %.
“El rendimiento del trigo está determinado por factores genéticos y ecofisiológicos como el número de granos por espiga, el peso de mil granos y el número de espigas por área”, explicó Fernanda González, especialista del INTA y líder del equipo de investigación. Según detalló, la incorporación de estos conocimientos en programas de mejoramiento genético podría marcar una diferencia sustancial en la productividad.
Leonardo Vanzetti, investigador asociado al proyecto, subrayó que la variabilidad genética entre cultivares permite aprovechar variantes alélicas favorables en determinadas regiones del genoma. “Pudimos determinar que algunas variedades poseen versiones del QTL que mejoran la fertilidad de la espiga, mientras que otras no”, señaló.

El estudio también analizó otra región, QFEm.perg-3A, que si bien mostró efectos positivos sobre el rendimiento, evidenció una mayor dependencia de las condiciones ambientales, lo que limita su aplicabilidad en todos los contextos productivos.
Por su parte, Nicole Pretini, investigadora principal del proyecto, destacó que los resultados “refuerzan la importancia de integrar herramientas de genética molecular y ecofisiología en la selección de cultivares, como estrategia clave para enfrentar los desafíos de la seguridad alimentaria”.
Uno de los datos más reveladores del trabajo es que apenas el 24 % de las variedades comerciales actuales contienen el alelo favorable del QFFE.perg-5A, lo que refleja su escasa utilización en los programas de mejoramiento genético. “Detectamos que la variedad Baguette 19 presenta una constitución genética que incluye este alelo asociado a una alta fertilidad de la espiga, a diferencia de otras variedades más utilizadas”, agregó González.
Este avance sienta las bases para nuevas líneas de investigación y aplicación concreta en el campo, con el objetivo de potenciar la producción de trigo en los próximos años.