La ruta de la vida: inauguración del pavimento en Ruta Provincial 3
Viernes 3 de octubre de 2025
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Por Sergio “Chiqui” Rojas
La construcción del camino desde Vera a Los Amores
Localidades plenas de posibilidades económicas de distinta clase esperan este camino como una liberación. Los habitantes se muestran optimistas y bien dispuestos, y no ocultan que rendirían todo el esfuerzo que estuviera a su alcance con el fin de obtener que sea una realidad la ilusión tantos años acariciada. Solo resta al corresponsal repetir, con los pobladores de una extensa zona del norte, que es deseo de muchos miles de personas que esta obra se inicie y se concluya en forma definitiva.
(El Litoral, martes 27 de agosto de 1935)
90 años pasaron desde que un periodista del diario El Litoral se adentraba en lo profundo del departamento Vera para conocer la realidad de las localidades, viajando en ferrocarril y a caballo para llegar desde Vera hasta Los Amores. No puedo empezar sin hacer una autocrítica: la política, durante muchos años, no resolvió este problema de conectividad. Caminos intransitables, pueblos aislados y vidas en riesgo fueron la constante. No se atendieron los reclamos a tiempo, y eso dejó huellas profundas en nuestras comunidades. Reconocerlo es parte de nuestra responsabilidad. Hoy podemos afirmar que la pavimentación de la Ruta Provincial 3 es mucho más que una obra: es un triunfo de la constancia, la lucha colectiva, la esperanza y el optimismo de generaciones que nunca se rindieron.
Uno no puede evitar pensar cuán distinto podría haber sido el desarrollo de toda los pueblos y parajes que se encuentra a la vera de la Ruta 3 si esta obra se hubiese realizado 40 o 50 años atrás.
Cada kilómetro de esta ruta representa un sueño cumplido. Es la prueba de que cuando los pueblos se organizan, cuando las comunidades se movilizan y trabajan juntas, lo imposible puede volverse realidad. Sin dudas es un logro la cantidad de kilómetros de asfalto, pero su valor es mucho mayor si se mide en términos de dignidad recuperada, oportunidades creadas y vidas transformadas.
Esta obra tiene un significado aún más profundo para quienes vivimos de cerca las dificultades de nuestro norte santafesino. Nos tocó enfrentar emergencias hídricas donde la única manera de asistir a pueblos y familias era a través de helicópteros, tractores o vehículos especiales, con caminos cortados por el agua. También seguías que resultaron devastadoras para el campo, la producción, el abastecimiento de agua, en fin, para el medio de vida de sus pobladores. La angustia y la impotencia fueron enormes.