Recomendaciones para mitigar los efectos de la salinización de los suelos

Viernes 9 de mayo de 2025
La cuenca noreste de La Pampa, una región con relieve llano y sin drenaje superficial, enfrenta un creciente proceso de salinización de suelos que pone en riesgo su capacidad productiva. Según estudios del INTA Anguil, este fenómeno, vinculado al ascenso del nivel freático y a factores geológicos, ya ha afectado más de 105.000 hectáreas, con proyecciones de expandirse a 200.000 hectáreas adicionales si no se toman medidas.
Causas del problema
Pablo Vázquez, investigador del INTA Anguil, explicó que la salinización se debe a una combinación de factores:
> Geología regional: La base del acuífero está compuesta por sedimentos arcillosos impermeables de origen marino (Formación Cerro Azul), sobre los que se depositaron limos arenosos pampeanos. En zonas donde el acuífero se acerca a la superficie (de 150 a 25-40 metros de profundidad), el agua subterránea —con alta salinidad— asciende y evapora, dejando sales en el suelo.
> Cambios en el uso del suelo: "En las últimas cuatro décadas, la reducción de cultivos de invierno y pasturas, junto con el aumento de áreas sin cobertura vegetal, incrementó la recarga hídrica y aceleró la salinización", señaló Vázquez.
Estrategias de mitigación
Para contrarrestar el avance de la degradación, el INTA propone:
> Reimplantar 60.000 hectáreas de pasturas perennes para mejorar la evapotranspiración y regular el nivel freático.
> Establecer 35.000 hectáreas de cortinas forestales en zonas estratégicas para frenar el ascenso de agua subterránea.
> Incorporar cultivos de cobertura que limiten la recarga hídrica según las necesidades de cada subcuenca.
"El objetivo es recuperar al menos el 50% de la capacidad evapotranspirativa que existía entre 1980 y 1990", destacó Vázquez. "Estas medidas no solo mitigan la salinización actual, sino que preservan la productividad a largo plazo en una región clave para el agro argentino".

Un desafío urgente
La salinización reduce la fertilidad del suelo, afectando cultivos y pasturas esenciales para la economía local. Con una implementación coordinada de estas estrategias, se podría estabilizar el nivel freático y revertir parte del daño acumulado. Sin embargo, los especialistas enfatizan la necesidad de acciones inmediatas y políticas públicas que apoyen a los productores en la transición hacia un manejo sostenible del suelo.