Manejo adecuado de pasturas frente a los renovales
Sábado 14 de junio de 2025
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La expansión de renovales —brotes vigorosos de especies leñosas nativas que resurgen tras desmontes, rolados o sobrepastoreo— representa uno de los desafíos más persistentes en los sistemas ganaderos del norte argentino. Su avance no solo reduce la disponibilidad de forraje, sino que compromete la movilidad del ganado, dificulta el uso de maquinaria y dispara los costos operativos. Frente a esto, técnicos del INTA de El Colorado –Formosa– advierten sobre la necesidad de actuar de manera temprana y planificada y brindan recomendaciones para un manejo adecuado.
En el norte argentino, es común observar rebrotes de árboles y arbustos
leñosos nativos o naturalizados –como espinillos, coronillas, talas,
ñandubay, acacias, etc.– que surgen generalmente desde raíces o tocones
remanentes después de un desmonte, rolado inicial o sobrepastoreo. Son especies propias del monte o bosque original que buscan regenerar la
vegetación leñosa, de crecimiento rápido, con alta densidad y un sistema
radicular agresivo, que se transforman en un problema para los sistemas
ganaderos porque reducen drásticamente la fotosíntesis de las gramíneas
forrajeras. Esto disminuye su crecimiento y favorece especies de sombra que
son menos productivas y menos palatables. “Los renovales compiten activamente con las pasturas por agua, luz,
nutrientes —como nitrógeno y fósforo— y espacio físico”, explicó Federico
Miranda, especialista en pastizales y director de la Estación Experimental
Agropecuaria (EEA) de El Colorado, quien agregó que “mientras el ganado
selecciona y consume las pasturas, estas deben disputar recursos con las
especies leñosas que colonizan progresivamente nuevas áreas. Y esto, a la larga,
causa una pérdida en la productividad”. Pautas para el control de los parásitos internos en los rodeos Miranda puso el foco en la importancia de una buena siembra e
implantación de la pastura usando semillas certificadas y limpias, procurando
mantener la pastura vigorosa y densa, mediante el pastoreo adecuado y la
fertilización para evitar el desarrollo de los renovales. En este sentido,
puntualizó que “en presiembra o preemergencia –antes o inmediatamente después
de la siembra–, es necesario el uso de herbicidas residuales para controlar la
primera emergencia de malezas”. Asimismo, se recomienda la rotación de
pasturas y el uso de cultivos de cobertura competitivos antes de la siembra.
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